El
objetivo del viaje era visitar Orbaneja del castillo después de haber visto
algunos videos sobre el paraje por internet, al igual que nos gustó también la
idea de visitar la Selva de Irati por lo que esto decantó al final en visitar,
por el camino de una parte a otra, gran parte del norte de España al final
visitando varias comunidades, Navarra, País Vasco y Castilla león.
Así que
planificamos el itinerario y calculamos donde se iba a pernoctar en base a la
cercanía según la ruta.
Las
fechas de la pascua de 2016 fueron desde el 24 de marzo al 28 de marzo ambos inclusive en la Comunidad
Valenciana.
Listado
de gastos:
Dormir 345,54
Comidas 174,39
Caprichos 86,25
Gasolina 56,92
Mapa
completo con el itinerario:
Dia 24
– Salímos temprano sobre las 7 ya estábamos en carretera, el almuerzo fue en la
localidad de Magallón, en una especie de mesón que hay a la entrada. Desde aquí
continuamos nuestro viaje hacia la localidad destino Ochagavía que es una de
las puertas de entrada a la selva de Irati por la parte más al sur y donde
esperábamos llegar sobre la hora de comer, eso sí no sin antes desviarnos un
pelín antes de plamplona hacia lumbier para poder admirar la Foz de Lumbier, un
encañonamiento del rio entre montañas por donde transcurría antiguamente un
tren minero y que ahora forma parte de una de las variantes del camino de
Santiago aragonés, asi que en ella hicimos
una parada técnica para visitarla y realizar la ruta en la que se puede aparcar
en un apeadero en unos campos donde empieza la ruta y andar unos 10km entre ida
y vuelta para verla. Desde aquí volvemos a partir para ya esta vez si llegar a
ochagavía sobre las 13 horas, de manera que nos da tiempo a dar una vueltecita
y ver el lugar de ochagavía cruzado por el rio Irati y con una bonita plaza con
casas típicas del paisaje vasco con nieve a lo lejos y ambiento fresco aunque
muy soleado. Aprovechamos para tomar una previa a la comida en un mesón vasco y
tras preguntar a un lugareño sobre los distintos restaurantes de la zona, nos
hizo 4 o 5 recomendaciones, elegimos uno que se encontraba en la misma plaza y
que tenía buena pinta, el Restaurante Auñamendi.
El cual
ofrece un menú por unos 14 euros que estuvo muy bien, platos típicos y
sofisticados para elegir y con una buena presentación, además de que el lugar
que aunque estaba lleno de gente se podía hablar perfectamente y era muy
acogedor y bien decorado, moderno.
Con la
panza ya llena nuestro siguiente destino era subir a Irati, donde la idea era
realizar dos rutas una larga hasta el lago, pero que por falta de luz, ya que
todavía no se había hecho el cambio de horario de verano, tuvimos que recortar
y cambiar la ruta solo hasta la cascada de Irati y la visita a la hermita de
Ntra. Señora de las nieves de Irati, además tuvimos suerte porque la carretera
que llevaba hasta la entrada de la Selva de Irati el día anterior estaba llena
toda de nieve cortada y justo ese dia por la mañana pasó la quitanieves, asi
que además de poder llegar a Irati pudimos admirar un paisaje idílico con dos
metros de nieve a los costados de la carretera, pudimos parar en el mirador,
eso sí, con un frio y un aire que cortaba la cara, a admirar el valle y las
montañas blancas.
Llegados a Irati y tras hablar con los guardas que allí hay
en una casetita de madera justo en la entrada nos dispusimos a realizar la ruta
hasta la cascada de Irati ya que al lago no nos daba tiempo porque se nos
echaba la noche encima y subimos también hasta la hermita para seguir haciendo
algunas fotos y observar el paisaje ya atardeciendo con los colores del sol.
Desde aquí la idea, si hubiéramos tenido mas luz habría sido terminar el
itinerario por Roncesvalles para visitar el pueblo por el que entra el camino
francés a Santiago, pero como al volver a ochagavía ya era casi de noche
optamos ya por tomar rumbo a pamplona para disfrutar un poco más ya en la
ciudad acomodados.
Llegamos
a pamplona sobre las 20 de la tarde y tras dar unas cuantas vueltas cerca del
alojamiento y conseguir aparcar ya que coincidió con una de las procesiones de
semana santa que se recogia en ese momento, conseguimos aposentarnos en el
apartamento para 4 personas que teníamos reservado en el centro, prácticamente
al lado de la plaza del castillo, se llama Casa San Agustín. El precio de la noche nos
salió 97 euros, que si hubiéramos sido 4 personas aún habría salido más barato.
Aprovechamos para ver un poco la ciudad de noche y cenarnos unos pinchos por allí, pudimos probar el ajoarriero navarro que es un plato típico navarro hecho con bacalao, pimiento tomate y patata.
Aprovechamos para ver un poco la ciudad de noche y cenarnos unos pinchos por allí, pudimos probar el ajoarriero navarro que es un plato típico navarro hecho con bacalao, pimiento tomate y patata.
Dia 25 –
Aprovechamos la mañana para visitar toda la ciudad de Pamplona, paseamos por
sus calles y sus plazas siguiendo varios track que tengo que agradecer a
Patricia del blog http://www.dejarlotodoeirse.com/ que nos permitió visitar toda
la ciudad con todos los lugares de interés más importantes e incluso el
recorrido que hacen los toros en los encierros de San Fermín, hicimos una
paradita para tomar unas cañas y aprovechamos también para hacer algunas
compras de recuerdos y de productos gastronómicos como el ajoarriero navarro
que encontramos en una tienda gourmet por el recorrido del encierro. Comimos en
un bar justo en la plaza de la fuente de la navarrería desde donde los guiris
se tiran en san Fermín, para degustar de nuevo ajoarriero navarro, mm que
bueno, en el meson de la tortilla http://www.mesondelatortilla.net y ya desde aquí nos dirigimos a recoger las
cosas del apartamento y a por el coche para salir dirección Vitoria-Gasteiz ya
en el país vasco de nuevo. Donde nos alojamos en el hotel NH Canciller Ayala Vitoria por 85 euros la noche,justo junto
al parque de la florida y muy cerquita de la plaza de la virgen blanca de
Vitoria, donde tras una siestecita nos disponemos a descubrir la ciudad
dándonos de bruces con una procesión de semana santa, muy bonita por cierto
pero que además tiene la peculiaridad de que cuenta con cantos corales y del
cura en vasco, algo digno de ver y escuchar. Esta vez como en el hotel nos
bridan un buen menú para la cena decidimos coger una oferta que nos entraba la
cena y el desayuno de los dos esa noche y al día siguiente por 50 euros las dos
personas.
Tras la
cena subimos a arreglarnos y nos disponemos a irnos a un pub que encontramos
por internet a bailar salsa y bachata, que está no muy lejos del hotel aunque
hay un paseo Café Habana Pub que resultó estar súper bien,
la sala, la bebida, el suelo, la gente, la gran mayoría españoles, … así que
salió una buena velada.
Dia 26
– Como nos acostamos bastante tarde, este dia no madrugamos mucho y
desayunábamos en el hotel,asi que nos pusimos las botas con el buffet que
estaba muy bien, había bastantes cosas e incluso te las hacían al momento,
tortilla, huevos, salchichas, verduras plancha, cocas con verduras,… embutidos,
jamón, pan con tomate y dulces variados, estuvo francamente bien. Aprovechamos
la mañana para hacernos la típica foto con el letrero de vitoria en la plaza
dela virgen blanca, recorrimos todo el casco antiguo y visitamos los monumentos
más importantes, las calles principales y barrios como el del edificio del
Hendakari y los parques emblemáticos.
Para terminar recogidos los trastos en consigna nos fuimos a comer todavía por
vitoria ….. y de ahí ya salimos dirección al próximo destino que fue
desviándonos un poco, hacer una parada técnica en Santo Domingo de la Calzada
“donde cantó la gallina después de asada” según cuenta la leyenda, pudimos
entrar a ver la iglesia y dar una vuelta por el pueblo que también forma parte
del camino francés y coincidió que había allí un mercadito donde pudimos
comprar unos mejillones y unas sardinas y anchoas de santoña que probamos allí
y que mas tarde en casa comprobamos que estaban buenísimas junto con unos
chorizos de león que también probamos, también hicimos una visita obligada a la
tienda bodega que hay junto al albergue de peregrinos y la catedral para
proveernos de buen vino de la rioja alavesa y leonesa para casa, aquí nos
gastamos 29.7 Euros. Compramos unos reservas y crianzas tintos y un capricho
blanco con corcho rosa que nos recomendó el hombre de allí, cuando a Ana
todavía le gustaban los vinos blancos, jejeeje. Tras esta parada continuamos ya
hasta nuestro nuevo destino, Burgos donde llegamos pronto y pudimos aparcar
bien, justo al lado de la catedral, nos dispusimos a buscar el hotel ya que el
google maps no nos ubicaba bien con el coche, así que andando con las maletas y
tras traspasar una procesión que estaba empezando justo en ese momento,
llegamos al Hotel Mesón del Cid donde nos alojamos por 163,52 euros las dos
noches que nos quedaban, justo al ladito de la catedral de burgos con unas
vistas impresionantes justo en la placita de la fuente de la entrada a la catedral.
Aprovechamos para ver un poco la procesión que salía, y empezó a llover, asi
que nos fuimos al hotel a descansar un poco y de paso podíamos ver luego
terminar la procesión desde la ventana a su entrada por el arco de la plaza,
los pobres lloviendo. Mas tarde salimos a buscar para cenar y en una de las
calles principales encontramos un restaurante que servia menú por la noche
también con platos típicos, morcilla de burgos, cordero… asi que alla que
fuimos a probarlo y asi terminamos este dia ya lluvioso y con un poco de mal
tiempo muy frio, además al dia siguiente queríamos madrugar un poco para ir a
Orbaneja que estaba a un buen rato en coche.
Dia 27
– Desayunamos en el mismo restaurante juto debajo del mesón del Cid en la misma
plaza grande de la catedral donde ya desayune yo hacia unos años a mi paso por
el camino de Santiago, donde la verdad no lo recomiendo para desayunar ya que
tienen un poco de desorden entre las camareras para servir, eso sí comprar las
morcillas normales de burgos baratas si que se puede allí, aunque no esperéis
que sean de las mejores. Ya desayunados partimos hacia Orbaneja del castillo
donde nada más salir a las afueras de Burgos parecía como si dejaramos atrás
Mordor y entraramos a Rivendel, todo soleado de nuevo, por lo que
disfrutaríamos de un muy buen clima todo el camino y en Orbaneja del castillo
también para disfrutar de este paraje maravilloso. Y allí que nos plantamos,
había bastante gente pero pudimos aparcar a un lado de la carretera y subir andando
hasta el pueblo quedándonos anonadados desde abajo con el puente, la cascada y
el molino que presiden la llegada del visitante, paseamos por sus callejuelas y
llegamos atravesando el rio hasta la entrada de la cueva a la que se puede
acceder a ver surgir las aguas que bajan después por el molino y la cascada
pagando una entrada simbólica de 3 euros o asi si no recuerdo mal, donde la
chica nos comentó que hacía dos días que se podía entrar, porque salía tanta
agua que estaba toda la cueva inundada y no se podía pasar, y que pusieron
bombas para sacarla y que pudiera ser visitable. Una vez hecha la visita y en
vistas de la hora que se estaba haciendo y el montón de gente que allí había,
tras preguntar en varios de los restaurantes que allí hay optamos por salir del
pueblo para conseguir sitio en otra parte dado que no teníamos reserva y todos
estaban resrvados. De vuelta desde Orbaneja ya habíamos pasado por un pueblo en
el que existía un restaurante especializado en el cordero lechal al horno que
nos había recomendado un compañero de trabajo desde valencia, así que allá que
nos dirijímos a ver si todavía teníamos sítio, Valdelateja se llama el pueblo,
y el restaurante Asador Santa Centola donde la especialidad de casa
es el Lechal de Castilla de la Raza
Autóctona Churra.
Hay que decir que no es un sitio barato, pero el precio que se paga no es
excesivo, ya que la calidad de los productos que vas a comer en este sitio está
certificada, la carne de cordero está certificada, la de vaca también, hasta
las anchoas de la ensalada, si no recuerdo mal pedimos dos entrantes y el
cordero lechal para 2 personas con botella de vino Rioja LAN a mano + dos
postres típicos caseros y cafés, corrió también de la mano de la casa, el orujo
de hierbas y el orujo blanco que nos presentaron en dos botellitas para
consumir la cantidad que deseabas y todo nos salió por 93,40 Euros los dos.
Creo además que no comeré un cordero igual a ese en mucho tiempo, habrá que
volver aquí jejjeje.
Tras esta comilona y con el vino y el orujo que llevábamos en el cuerpo,
tocaba rebajar dando un paseo por el pueblo y
ver el rio que por allí pasa que viene desde Orbaneja, el entorno es muy
bonito, y después de un rato y unas fotos iniciamos el camino de vuelta hacia burgos,
no sin antes parar otro ratito en el pueblecito de Tubilla del agua, donde
existe un mirador sobre la cascada del rio Hornillo, observar el entorno y
darle la vuelta al pueblecito observando la cascada también desde abajo. Desde
aquí continuamos un poco mas para detenernos sobre unos prados ya cerca de
burgos a observar el paisaje, desde el coche ya que volvíamos hacia mordor y ya
se había vuelto el mal tiempo y el dia gris y corría un aire fio y fuerte.
Todavía llegamos a tiempo para una siesta en el hotel ya en burgos, y dado el
mal tiempo que hacía apetecia estar calentito en la habitación con las vistas
que teníamos de la catedral, asi que hicioms tiempo y al final de la tarde que
ya no llovía nos dispusimos a bajar a cenar y dar una vuelta por el casco
antiguo de burgos, se había hecho ya bastante tarde, pero aun así nos acercamos
a ver si podíamos todavía cenar en el lugar recomendado por amigos y familiares
y por tripadvisor y muy famoso en burgos, también recomendable 100% , la cervecería
“el Morito” que parece ser que normalmente está llena, pero como ya era tarde, las
22:30 pasadas de la noche, nos dieron sitio para cenar todavía y la verdad es
que cenamos muy bien allí también, unas cuantas tapas para compartir ya que
habíamos comido bien, pero resultó ser que las raciones eran bastante
considerables, así que incluso casi pedimos demasiado y todo. Muy recomendable
y asequible de precio. Y como al dia siguiente teníamos todavía que terminar de
ver Burgos y ya llevábamos tela este dia, nos fuimos a dormir pronto, esta vez
no fuimos a bailar.
Dia 28 – El viaje va llegando a su fín, asi que nos disponemos a dar una
vuelta para terminar de visitar Burgos, su plaza, la catedral, el casco
antiguo, la zona de bares, la plaza mayor… el arco, el paseo… y aprovechamos
para comprar los últimos productos autóctonos de la zona, como es la ganadora
del concurso a la mejor morcilla de burgos de este año, que se puede comprar en
una tienda de productos gourmet que hay junto a la catedral en la calle paloma,
que se llama Casa
Quintanilla , que todo hay que decirlo, si vas a la hora de cerrar la mujer se pone
un poco borde… pero la morcilla está espectacular, junto a unos salchichones de
jabalí y ciervo que también compré aquí, gastamos 56.55 Euros.
Y ya recogimos trastos y sobre las 13 de la tarde salimos ya rumbo a
Valencia pasando por Madrid, paramos a comer justo antes de salir de la
provincia de burgos, en un restaurante de carretera que buscamos por google y
que nos aparecía como recomendado, eso sí ya lloviendo conseguimos aparcar en
el parking justo en la puerta para no mojarnos mucho, aunque tuvimos que ir
corriendo esquivando las gotas, jejeje.
Y aquí aproveché para probar el cordero lechal y comparar con
valdelateja, no estaba mal pero claro, no tenía nada que ver una cosa con la
otra, tomamos también una sopa calentita que apetecía, y a partir de aquí ya volvimos
todo el camino lloviendo hasta pasar Madrid y hasta aquí esta escapada preciosa
que guardaremos en el recuerdo hasta que volvamos por estas tierras, porque la
verdad que son para repetir.